Desde la redacción se nos plantea la posibilidad de
hacer una entrevista para indagar en el mundo del buceo con tiburones. Sin duda
algo excitante, novedoso, lleno de aventura y riesgo. En seguida se dibuja en
nuestra imaginación la escena: un gran tiburón blanco, de casi 4 metros de
largura, intentando destruir con sus dientes desgarradores la jaula en la que
el pobre submarinista sobrevive a resguardo. Nada más lejos de la realidad.
Comenzamos a indagar y descubrimos que existen más de 360 especies o tipos diferentes de
tiburones en el mundo, y a pesar de la mala fama de una pequeña minoría,
algunos son tan amables que incluso cuando visualizan a un buceador se voltean
para dejarse acariciar la tripa.
Ziortza
Girón y Víctor García Argüelles llevan años con el cuidado
de los dos Tiburones Toro del Aquarium de San Sebastián,
una especie muy tranquila, de movimientos suaves que convive con el restos de
las especies, pero que no deja de ser un impresionante depredador de casi tres
metros. Y eso, impresiona.
-¿Son los tiburones tan malos, tan
feroces como los pintan en las películas?