Los escalofriantes datos
que cada año nos transmiten la OMS y la RFESS sobre el número de fallecimientos
en el medio acuático, 414 personas fallecidas en 2.015, y el incremento hasta
la fecha del 86 % respecto al año anterior, nos llevan a volver a tratar
nuevamente este tema.
Desde la
RFESS se ponen en marcha campañas de prevención de accidentes en el medio
acuático (piscinas, playas, ríos) con el objetivo de educar y prevenir a los
niños principalmente y en general a todos los usuarios de los peligros con los
que se pueden encontrar (ahogamientos, lesiones medulares…).
Desde
salvamento y socorrismo tomando como referente la cita de J. Pitágoras “Educar
a los niños y no será necesario castigar a los hombres” “Educar a los niños en
el medio acuático y así evitar lamentarnos después”, con sus campañas tratan de
ayudar a la población empezando por los más pequeños, enseñándoles a cómo
prevenir y detectar un ahogamiento, y como deben actuar ante una posible
victima por ahogamiento.
Las
hidrocuciones, cortes de digestión, mareos, que alguien nos caiga encima,
cansancio cuando nadamos, son peligros inminentes que están ahí. El agua es un medio asociado a
la diversión y disfrute pero puede ser peligrosa.
Tenemos que saber prevenir los problemas; saber identificar el problema y saber qué hacer ante el problema. Y para ello contamos en esta ocasión con dos expertos en esta materia; José Manuel Díez Herrero, Técnico Superior en Salvamento y Socorrismo, Socorrista de la RFESS, Profesional desde hace 25 años, y conocido colaborador en nuestro espacio El Faro de la Seguridad a través del artículo Manguitos, flotadores, corchos,… ¿Son seguros estos artículos de flotación? , y Aurora Batista Alves, Diplomada en Enfermería e Instructora de la American Heart Association (AHA).
Qué es el “ahogamiento
silencioso”, qué hacer si nuestro hijo no respira o si está inconsciente, cuándo
y cómo realizar una reanimación,…
COMO PADRES ¿CÓMO PODEMOS DETECTAR QUE NUESTRO HIJO SE AHOGA?
Hay un
tipo de ahogamiento que todos conocemos denominado “Distrés acuático”. Es la típica escena que hemos visto en películas
e incluso nuestros hijos la han practicado jugando con otros niños (tú haces de
ahogado y yo te rescato). Consiste en pedir ayuda gritando, agitando los
brazos, salpicando en el agua se suele producir cuando tenemos un calambre,
cansancio, pánico o miedo por una situación de peligro, etc y necesitamos ayuda
para salir del agua, sus esfuerzos van dirigidos a mantener la cabeza erguida
fuera del agua y mantenerse a flote. El otro tipo de ahogamiento en una
“víctima en el agua” es el silencio, “ahogamiento
activo o silencioso”.
Resumiendo de forma breve y sencilla vamos explicar
el mecanismo de un ahogamiento para entender lo de “silencioso”.
En un
principio tenemos lo que se conoce como ahogamiento en “seco”. Por una crisis
inicial de pánico, la victima traga grandes cantidades de agua. Nuestro
organismo, para evitar la entrada de agua en las vías respiratorias, estimula
el cierre de la glotis. El problema es que además de no dejar entrar agua
tampoco puede entrar aire en nuestros pulmones.
Por otro
lado tenemos el ahogamiento en “mojado”.
Al contrario que en el anterior aquí si entra agua en las vías respiratorias.
Inicialmente la victima aguanta la respiración para evitar respirar bajo el
agua (apnea voluntaria). No introducimos O2 pero tampoco eliminamos CO2. El
aumento de éste en nuestro organismo va estimular el centro respiratorio, dando
lugar a una inspiración profunda entrando así agua en nuestros pulmones.
Conocidos
los diferentes mecanismos de cualquiera de las formas habituales de un
ahogamiento lo que debemos saber y reconocer es:
1-NO PIDEN AYUDA "verbalmente", no gritan, cuando salen a la superficie salen a respirar y pueden tener agua en las vías respiratorias altas. Unos ejemplos claros son: cuando hemos bebido agua y decimos que nos ha entrado por mal sitio ¿a que no podemos hablar?; Cuando nos falta el aire por un sobre esfuerzo físico ¿a que no podemos hablar? Y si le sumamos que tiene la mirada perdida, es otro claro síntoma de ahogamiento.
2- NO PIDEN AYUDA "con movimiento de brazos". En esta situación los brazos están en la superficie del agua o debajo. Lo que hacen es buscar puntos de apoyo de una manera instintiva, para intentar salir del agua. Los movimientos pueden ser no coordinados.
3- LA POSICIÓN DEL CUERPO SUELE SER VERTICAL, intentan estirarse lo máximo posible con la cabeza en extensión para tratar de sacar las vías respiratorias fuera del agua.
4- LOS MOVIMIENTOS DE LOS PIES son de patadas hacia abajo, como si se quisieran ponerse de puntillas. También nos podemos encontrar un movimiento de pies "en escalera", flexionando las rodillas cómo si tratarán de escalar o subir por una escalera que no existe.
Y por último
tendríamos el “ahogamiento pasivo” si la víctima se encuentra en la superficie
del agua inconsciente, flotando o sumergida, sin ningún movimiento.
Al estar
en un medio acuático, nuestro hijo puede tragar agua, pero es algo que no
debemos de pasar por alto y estar atentos ya que el agua al ser tragada,
lo normal es que pase al estómago, pero hay casos que puede entrar en los
pulmones ocasionando complicaciones secundarias.
Por ello hay que estar atentos a los siguientes síntomas y trasladar a
urgencias para valoración médica.
1- TOS: Al tragar el
agua el efecto reflejo es toser y esta tos deja de manifestarse cuando ha sido
eliminado el agua. Si está tos persiste, traslado para valoración.
2- VÓMITO, de una manera continuada en el mismo día.
2- VÓMITO, de una manera continuada en el mismo día.
3- CAMBIO DE COMPORTAMIENTO: apático, poco reactivo, no sabe donde esta o lo que le ha pasado.
4- CANSADO Y SUEÑO: que se encuentra muy cansado y solo quiere dormir, en este caso, traslado urgente.
5- Siempre que nuestro hijo haya sufrido un casi ahogamiento o le hayan realizado un rescate los socorristas, debe ser trasladado a urgencias para descartar la presencia de agua en los pulmones.
1. Pedir ayuda al socorristas, en caso de estar en un lugar sin vigilancia profesional, pedir ayuda a la gente del alrededor y que alguien llame al 112.
2. Tumbar a nuestro hijo en posición horizontal.
3. Mirar "SI" respira: para ello nos arrodillados a un lado a la altura de sus hombros y de rodillas.
- Con una mano sujetamos
el mentón y con la otra en la frente realizamos una hiperextesión de la cabeza.
- Colocamos nuestra
oreja a la altura de la nariz de nuestro hijo y mirando hacia el pecho,
observamos si se levanta el pecho, escuchamos si respira y sentimos su
respiración en nuestra cara.
- Si respira le ponemos de lado y seguimos observando si respira.
4. Si NO RESPIRA. Como en ahogamientos lo primero
que aparece es una parada respiratoria y si no se restablece la respiración nos
va a llevar a una cardíaca, lo primero que tenemos que hacer es insuflar
aire (dos ventilaciones). Este caso es diferente al protocolo de parada
Cardio respiratoria (ver cuadro final)
- Desde la hiperextensión realizada anteriormente tapar la nariz con los dedos de la mano que sujetaba la frente y con la mano del mentón abrir la boca.
- Sellar con nuestros labios la boca de nuestro hijo.
- A continuación insuflar aire, la cantidad de aire debe ser la que tenemos en los mofletes y de una manera progresiva (no explosiva, ya que si no el aire entrará en mayor cantidad al estómago).
- También y dependiendo de la edad en vez de tapar la nariz se puede insuflar aire por la boca y la nariz simultáneamente con nuestra boca. Si no hay respuesta: tos, vomito…
- A continuación iniciaríamos el masaje cardíaco bien con una mano o con las dos (dependiendo la edad del niño)
- Colocando el talón de la mano a la altura del pecho del niño (podemos tomar como referencia trazando una línea de un pezón a otro). Damos 30 compresiones para luego continuar con otras dos ventilaciones. Profundidad de la compresión de 3 a 4 cm.
- Así 30:2 hasta la llegada de la ambulancia.
- Desde la hiperextensión realizada anteriormente tapar la nariz con los dedos de la mano que sujetaba la frente y con la mano del mentón abrir la boca.
- Sellar con nuestros labios la boca de nuestro hijo.
- A continuación insuflar aire, la cantidad de aire debe ser la que tenemos en los mofletes y de una manera progresiva (no explosiva, ya que si no el aire entrará en mayor cantidad al estómago).
- También y dependiendo de la edad en vez de tapar la nariz se puede insuflar aire por la boca y la nariz simultáneamente con nuestra boca. Si no hay respuesta: tos, vomito…
- A continuación iniciaríamos el masaje cardíaco bien con una mano o con las dos (dependiendo la edad del niño)
- Colocando el talón de la mano a la altura del pecho del niño (podemos tomar como referencia trazando una línea de un pezón a otro). Damos 30 compresiones para luego continuar con otras dos ventilaciones. Profundidad de la compresión de 3 a 4 cm.
- Así 30:2 hasta la llegada de la ambulancia.
ESTOS SON CONSEJOS QUE TODOS LOS PADRES DEBERÍAMOS CONOCER PARA
PREVENIR Y ACTUAR EN CASO DE UN AHOGAMIENTO
"LA
PREVENCIÓN DE HOY ES LA SEGURIDAD EN EL MAÑANA"
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