La situación económica continúa apretando y conseguir que las empresas sigan apostando por un entorno de trabajo más seguro, saludable y productivo es difícil. Sin embargo, la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo lo tiene claro:
“Por cada euro invertido en salud laboral se obtienen diez”
-¿Cuál
es el panorama actual europeo de enfermedades profesionales y siniestralidad
laboral? ¿Hemos dado pasos atrás o vamos por el buen camino?
La realidad laboral en la Unión
Europea nos habla de una reducción de los accidentes de trabajo en los últimos
años – gracias no sólo al efecto de la crisis económica en los sectores
tradicionalmente de mayor siniestralidad, como puede ser la construcción, sino
también a la terciarización del empleo, que mueve trabajadores del sector
industrial al sector servicios – con
menor incidencia de accidentes de trabajo y también a una mejor gestión
preventiva en las empresas. En contraposición, las enfermedades relacionadas
con el trabajo van en aumento.
Estamos viviendo en un
mundo cambiante del trabajo. Surgen nuevos lugares de trabajo, nuevas formas de
trabajar y nuevos riesgos. Los problemas de la salud están quitando
protagonismo a los accidentes de trabajo; por ejemplo, los trastornos
músculo-esqueléticos de causa multifactorial, que son el número uno de los
problemas de salud relacionados con el trabajo, y los riesgos psicosociales, segundos
en el ranking.
Hay que enfrentarse de
otra manera a los riesgos, y hacer prevención de manera diferente.
-Desde Europa, desde una situación más global, ¿cómo se encuentra la situación de prevención y salud laboral en España?
Diferentes culturas y tradiciones de prevención de riesgos
laborales pueden explicar algunas de las diferencias actuales entre países de
la Unión Europea. Pero nuestros proyectos, como la propia campaña Trabajos
Saludables, nos demuestran una y otra vez que todos los países necesitan algún
tipo de apoyo y que todos aprenden de todos.
En general, yo diría que hay más diferencias entre empresas que
entre países. Hay buenos y no tan buenos ejemplos en toda Europa. Las empresas
que lo hacen bien, sea en un país del norte, sur, este u oeste, son empresas
que integran la gestión de los riesgos labores en la gestión general de sus
negocios, que involucran a los trabajadores y sus representantes desde la
evaluación de riesgos hasta los planes de prevención.
-La
crisis, ¿es realmente un obstáculo en la prevención y salud laboral? ¿O se ha
conseguido realmente educar a la sociedad en este aspecto?
Somos conscientes de que la crisis económica en Europa y el
mundo cambiante del trabajo, están sumando un estrés adicional a los lugares de
trabajo europeos. En estos tiempos económicos difíciles, enviamos un mensaje
claro a las organizaciones sobre el valor de invertir tiempo y recursos en
prevención de riesgos laborales.
Según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo
(OIT), el 4% del PIB anual mundial se pierde como consecuencia de las
enfermedades profesionales y los accidentes, y las estimaciones de EU-OSHA
cifran esta pérdida entre el 2,6% y el 3,8% del PIB de la Unión Europea.
Para las pequeñas empresas, en particular, los
accidentes pueden tener un impacto financiero importante. Algunos de estos
costes, tales como jornadas de trabajo perdidas o la pérdida de ingresos, son
evidentes y se pueden expresar fácilmente en términos monetarios. Sin embargo,
muchas de las consecuencias económicas de los accidentes están ocultas en
alguna medida, o no se pueden cuantificar fácilmente.
La evidencia es clara. La prevención de riesgos laborales es
rentable para las empresas: Lo que se invierte en seguridad y salud en el trabajo
rinde en beneficios. Soy austriaca, pero he trabajado largo tiempo en Alemania
y se ha demostrado que por cada euro invertido en salud laboral se obtiene un
beneficio de diez euros. Estamos trabajando en un proyecto económico para
demostrar el impacto de la salud en las empresas para demostrar efectivamente
el beneficio que supone. Al final, merece la pena. Es un derecho humano,
permanecer seguro y sano, pero los empleadores quieren oír también que es
rentable. Y así es.
Christa Sedlatsche junto a Pedro Llorente, Subsecretario
de
Empleo y Seguridad Social, en la inauguración
de las nuevas instalaciones de
EU-OSHA en Bilbao.
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-En una ocasión
afirmabas que “unas buenas condiciones son imprescindibles para el éxito del
trabajo”, ¿podría ser esta afirmación el leitmotiv de EU-OSHA?
Creo sinceramente en la relación que existe entre unas
condiciones de trabajo en condiciones óptimas de seguridad y salud y la
competitividad y la productividad. Hay suficientes estudios, investigaciones y
ejemplos reales que lo demuestran.
Los estudios han demostrado claramente que una
gestión eficiente e integrada de la seguridad y la salud está estrechamente
vinculada a la excelencia empresarial y la rentabilidad. Los trabajadores sanos
son más productivos y pueden producir con una calidad superior; menos
accidentes de trabajo y enfermedades suponen menos absentismo y por lo tanto,
menos costes y menos interrupciones de los procesos de producción; los equipos
y un ambiente de trabajo optimizados para las necesidades del proceso de
trabajo y muy bien mantenidos permiten una mayor productividad, mejor calidad y
menos riesgos laborales; etc.
Las empresas deben ser conscientes de que una
gestión adecuada de la seguridad y salud conlleva beneficios adicionales.
Estoy
convencida de que la seguridad y la salud en el trabajo es un factor clave para
la recuperación económica no sólo de este país, sino de toda la Unión Europea.
En los tiempos de crisis que corren, y aunque haya algunas voces que dicen lo
contrario, invertir en prevención de riesgos laborales es más que nunca la
mejor respuesta para mejorar la competitividad, la productividad, la
sostenibilidad y el crecimiento económico de las empresas europeas.
La
prevención de riesgos laborales continúa siendo un asunto ético, por encima de
todo, para reducir el sufrimiento humano que conllevan los accidentes y los
problemas de salud, pero en tiempos de crisis, cuando hay que priorizar
recursos, es cuando más que nunca tenemos que demostrar la rentabilidad de la
inversión en prevención de riesgos laborales.
Sabemos que las empresas bien
gestionadas también cuentan con trabajadores sanos y motivados. Unas buenas
condiciones de trabajo y unos trabajadores sanos facilitan el éxito económico.
-En la
actualidad, ¿qué es lo que más te preocupa? ¿Por qué?
Por ejemplo, en Europa la población está envejeciendo
rápidamente. En 2010 había algo más de 87 millones de personas mayores de 65
años, un 17,4% de la población total.
En una reciente
encuesta del Eurobarómetro se puso de relieve que muchos europeos están
preparados para el envejecimiento activo, pero que es posible que sus
condiciones actuales de seguridad y salud en el trabajo no les permitan seguir
realizando una actividad laboral hasta alcanzar una edad más avanzada. Aunque
la edad de jubilación habitual en toda Europa se sitúa en los 65 años, la edad
promedio de abandono de la población activa en 2009 se encontraba en torno a
los 61,5 años, según Eurostat.
Un sondeo de opinión europea
que llevó a cabo la Agencia en 2013 determinó que el 87% de la población en el
conjunto de Europa cree que unas buenas prácticas en materia de seguridad y
salud en el trabajo son importantes para facilitar a las personas que puedan
trabajar más tiempo antes de jubilarse (incluido un 56% que declaró que son
"muy importantes").
La Agencia está actualmente trabajando en un proyecto piloto
sobre seguridad y salud de los trabajadores de edad avanzada, con el fin de ayudar
a formular políticas adecuadas, y de proporcionar
ejemplos de buenas prácticas y estrategias para facilitar la vida laboral de
los trabajadores mayores en condiciones saludables.
Lo que necesitamos, entonces, es enfatizar la importancia de la "gestión de la edad" en el
lugar de trabajo: los gerentes deben tener en cuenta los factores relacionados
con la edad en la asignación de tareas específicas a los individuos, a fin de
que todos, independientemente de su edad, sean capaces de hacer su trabajo. Lo
importante es empezar temprano, los jóvenes de hoy son los trabajadores mayores
del mañana.
-Los
riesgos psicosociales:
¿Se
podrían considerar como los nuevos factores de riesgo en la salud laboral
actual?
Ciertos estudios apuntan a que cabe atribuir entre el 50 y el 60
% de las jornadas de trabajo perdidas al estrés relacionado con el trabajo y
los riesgos psicosociales. Como ya he dicho, se trata del segundo problema de salud
más frecuentemente denunciado en Europa, después de los trastornos musculoesqueléticos.
El sondeo de opinión europea que realizamos en 2013 reveló que la
mitad de los trabajadores españoles (49%) creen que los casos de estrés
relacionado con el trabajo son habituales en su centro de trabajo, un
porcentaje similar a la media europea (51%). Además, en torno a cuatro de cada
diez trabajadores piensan que el estrés no se gestiona adecuadamente en su
lugar de trabajo.
El 72 % de los trabajadores considera que la reorganización del
trabajo o la inseguridad laboral es una de las principales causas de estrés
relacionado con el trabajo. España es el país que muestra la proporción más
baja de trabajadores que opinan que el estrés relacionado con el trabajo está
bien controlado/gestionado.
Las cifras hablan por sí solas. Los riesgos psicosociales, y en
particular, el estrés relacionado con el trabajo, son actualmente una prioridad
en prevención de riesgos laborales.
¿Qué
problemas acarrean este tipo de riesgos?
El entorno de trabajo psicosocial ejerce un efecto significativo sobre la salud y el
bienestar de los trabajadores. Los trabajadores que padecen estrés laboral pueden llegar a desarrollar
graves problemas de salud mentales y físicos. Esto, a su vez, repercute
en la organización y la sociedad en conjunto.
Para el
trabajador individual, los efectos negativos pueden ser, entre
otros, agotamiento y depresión; dificultades de concentración; problemas
domésticos; abuso de alcohol y drogas; y mala salud física, especialmente
enfermedades cardiovasculares y problemas musculoesqueléticos.
Para la empresa, los efectos negativos se traducen en un
rendimiento global deficiente de la empresa, aumento del absentismo,
«presentismo» (trabajadores que acuden a trabajar cuando están enfermos pero
son incapaces de rendir con eficacia) y mayor índice de accidentes y lesiones.
Las bajas tienden a ser más prolongadas que las derivadas de otras causas y el
estrés relacionado con el trabajo puede contribuir a un aumento de los índices
de jubilación anticipada, sobre todo en el caso de los trabajadores que
desempeñan labores administrativas. Los costes que acarrea a las empresas y a
la sociedad son cuantiosos y se han estimado en miles de millones de euros a
nivel nacional.
¿Es uno
de los ámbitos prioritarios de EU-OSHA?
Efectivamente, los riesgos psicosociales son una prioridad para
la Agencia Europea, ya que acabamos de lanzar a principios de abril nuestra
nueva campaña para 2014-2015 “Trabajos Saludables” con el lema «Gestionemos el
estrés». La campaña pretende mostrar que el tratamiento de los riesgos
psicosociales y el estrés laboral puede tener el mismo carácter sistemático que
cualquier otro riesgo en materia de seguridad y salud en el trabajo.
El propósito de la
campaña es promover el uso de herramientas sencillas que ayuden a las empresas
a gestionar estos riesgos con eficacia, y subrayar los efectos positivos que se
derivan de ello.
-¿Algo
más que quiera comentar?
Quiero hacer hincapié en que la seguridad y la salud
laboral resulta esencial para la consecución de la estrategia europea 2020 y de
“una vida laboral sostenible”.
En referencia al crecimiento inclusivo, la seguridad y salud
laboral puede contribuir a la reducción de salidas anticipadas del mercado
laboral; de las bajas por enfermedad; de la pobreza y exclusión social, ya que
la incapacidad laboral favorece el riesgo de ambas; y de las desigualdades
sanitarias, de la que las pobres condiciones de trabajo son un factor contribuyente
La aportación de la seguridad y la salud laboral es también crucial en el
debate del crecimiento sostenible. Es nuestra labor asegurar
que los “empleos verdes” sean también empleos seguros y saludables. Desde otro
punto de vista, por ejemplo, un mejor control de las sustancias peligrosas en
el trabajo favorece al mismo tiempo la protección medioambiental.
La prevención de riesgos laborales favorece también el crecimiento
inteligente. Una mano de obra sana y motivada es esencial para las
empresas, los países y la Unión Europea para ser competitivos en términos de
igualdad, innovación, atención al cliente, atención al paciente, seguridad de
los pasajeros, calidad de la educación, etc.
La seguridad y salud laboral es un campo complejo con muchos actores y a
muchos niveles. Es necesario coordinar acciones, buscar sinergias, evitar
duplicidades y compartir buenas prácticas entre Estados miembros. Este es sin
duda un papel fundamental para la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud
en el Trabajo.
Más
información sobre los proyectos mencionados en esta entrevista y muchas otras
actividades de EU-OSHA en http://osha.europa.eu/es
Artículo elaborado por: Zuriñe Álvarez
Artículo elaborado por: Zuriñe Álvarez
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