Campeonato España - Sevilla 2012 |
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¿Cómo empezaste en el mundo del piragüismo?
¿Cuáles fueron tus primeros pasos?
Siempre he tenido mucha afición por los deportes al aire libre.
Desde pequeño he ido a cazar con mi padre; y en Barcelona practiqué montañismo
y escalada. En Sevilla disfruté muchos años del cicloturismo y en el 98 me
aficioné al piragüismo. En un viaje que hice a Alicante, un amigo me invitó a montar
en sus piraguas y la verdad que me enamoró. Tras hacer un curso en el Centro de
Alto Rendimiento, contacté con el Club Sevillano de Piragüismo, que llevaba
poco tiempo funcionando, y desde entonces formo parte de él.
He competido de manera oficial en las modalidades de pista,
Aguas Bravas y Kayak-polo. Me ha gustado tocar varios tipos de piragua.
Pero finalmente me decanté por el turismo náutico, la travesía
de mar, donde se navega por la ribera de los ríos, lagos, pantanos, pero sobre
todo por el mar. Yo nací en una ciudad costera y lo que me ha gustado siempre
es el mar.
¿Cómo es el manejo de una
piragua?
Desde fuera parece fácil, pero poderla manejar sin riesgo de
lesiones y sacándole un partido óptimo requiere una técnica que tardas unos
meses en aprender. Luego, como hay varias modalidades, algunas son más
difíciles de aprender que otras. El turismo náutico requiere saber palear, la técnica
para poder acercarte a la orilla, saber hacerte el autorrescate si caes y
vuelcas…pero hay otras muy complicadas como las Aguas Bravas, donde la técnica
es específica para poder ir sorteando los obstáculos de los ríos.
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¿En qué consiste el autorrescate?
Es la técnica que te permite recuperar la verticalidad si se produce
un vuelco. Cuando se está aprendiendo, siempre se recomienda ir acompañado,
pero tanto si vas con alguien como si vas solo, es imprescindible saber esta
técnica que te permite volver a montar en la piragua.
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¿Cómo se llega a ser un
profesional del piragüismo?
Este deporte es totalmente amateur. Hay muy poco dinero y por lo
tanto profesionales hay muy pocos, solo los que están en la selección nacional,
que cobran becas. A este nivel se llega participando en campeonatos regionales
primero, y luego nacionales, donde la propia Federación Española tiene unas
becas para la élite. De esta manera pueden entrenar en el Centro de Alto Rendimiento
y seguir con sus estudios.
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¿Qué debe tener un buen piragüista?
¿Qué debe tener un buen piragüista?
Lo principal es tener muchas ganas. Es un deporte que tiene que
gustarte, es muy sacrificado porque tienes que estar todo el día entrenando
para saber que puedes competir con garantías. Si luego tienes las aptitudes
físicas, buena genética para hacer deporte y te entrenas mucho, puedes llegar a
ser un campeón. Los campeones se hacen, no nacen. Hay que entrenar cada día y
tener alguien que te respalde, un club que tenga buen material, que te desplace
a las competiciones y no te cueste dinero…para competir tienes que estar
federado y para ello debes estar en un club.
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¿Cómo debe prepararse una persona
para hacer piragüismo? ¿En qué aspectos debe centrarse?
Depende de la afición, en esto hay muchos niveles. Si te gusta
pasear en piragua no debes tener ninguna preparación especial, solo estirar
antes de entrar y salir para que la espalda no se resienta y no comer
excesivamente antes de montar. Pero si quieres dedicarte a la competición
tienes que tener una formación física bastante importante porque es un deporte
muy exigente. No solo tienes que mover el peso de tu cuerpo sino también el de
la embarcación en un medio que está frenando el desplazamiento. Además, el
viento y la corriente del agua también influyen, entonces fuera de la piragua
necesitas ir al gimnasio.
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Actualmente eres técnico
deportivo en el Club Sevillano de Piragüismo, ¿te llena la enseñanza de este
deporte? ¿En qué consiste tu trabajo?
Hice un curso de iniciador y unos años más tarde me saqué el
carnet de Técnico Deportivo de Nivel 1, que es el que se exige a los monitores
de piragüismo. Yo lo hice de aguas tranquilas, porque es donde estamos
nosotros, en la Dársena del Guadalquivir. Enseñamos a todas las edades y
cualquier sexo, es un deporte abierto y te llena de satisfacción cuando ves que
a la gente le gusta, se entusiasma y los ves evolucionar. Hay gente que empieza
sin saber nada y salen con ganas de seguir practicando, eso es lo que te da una
mayor satisfacción.
¿Qué disciplinas destacan en el
Club Sevillano de Piragüismo?
Tenemos todas las modalidades de piragüismo: Aguas tranquilas,
Aguas Bravas, Kayak-polo y turismo náutico, cada uno con su coordinador, además
de cursos de reciclajes para socios. Impartimos un curso de iniciación a la
gente que no es del club para que conozcan los medios, el material, las
técnicas, la seguridad que se requiere tanto para los piragüistas como a los
demás usuarios del río. Así conocemos a le gente antes de que entren a formar
parte de los cursos.
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¿Tu enseñanza dentro del Club
está muy orientada a la seguridad no?
Sí. Doy cursos de seguridad en el mar, donde enseño todo lo que
hay que hacer si hay un accidente o un vuelco. Mi enseñanza se centra en
aspectos fundamentales como saber hacer un autorrescate, un rescate asistido o
un esquimotaje. Luego también es esencial saber cómo usar las bengalas, los
espejos o la emisora marina que tenemos para poder llamar al barco más cercano
si pasa algo.
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¿Qué pautas sobre la seguridad seguís
a la hora de salir al río durante la impartición de los cursos?
Hacemos hincapié en que en la Dársena de Sevilla hay mucho tráfico
y que hay que acatar las normas del río para usuarios piragüistas y remeros. El
uso de las embarcaciones es diferente. Las piraguas van por la orilla de
estribor más cercano, como si fuera en carretera circular por la derecha y
dejar la izquierda para adelantar, dejando el carril del centro para los barcos
a motor. Pero las piraguas van hacia delante y los barcos de remo hacia atrás.
Ellos van más deprisa, y como van de espaldas en el mismo sentido que el nuestro,
es bastante fácil que te puedan abordar, por lo que hay muchos accidentes de
este tipo en el río. Aconsejamos que cuando vayan en grupo circulen por la
derecha, pero si van solos, que vayan por el lado contrario, así se encontraran
con los barcos de remo de frente y nunca por la espalda y tendrán a los remeros
a la vista.
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¿Se hace peligroso compartir el
río con embarcaciones a motor?
Si cumples las normas no debe pasar nada. A pesar de ello, los
barcos de motor van a una velocidad excesiva, y si vas en una piragua inestable
puedes volcar y en invierno el agua esta fría. También hay que tener cuidado
con los pescadores. Si vas muy pegado a la orilla te puedes llevar la caña, el
anzuelo…puede ser muy peligroso.
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¿Es el piragüista un hombre
aventurero?
Es cierto hasta cierto punto. El de competición, está en una parte
del río de aguas tranquilas, donde entra y sale por un pantalán, no sale por
una orilla ni por un tronco de árbol. Si vuelca, tiene que vaciar la piragua
pero no tiene mucha aventura.
El piragüismo de travesía ya sí. Si estas en el mar, estas
sometido a las corrientes, a las mareas, al cambio de tiempo, a otras
embarcaciones, y ahí ya hay un riesgo. Pero sobre todo, el riesgo superior son
las Aguas Bravas. Los ríos están graduados en dificultad y el piragüista siempre
sabe la tesitura que se va a encontrar, pero puede haber cambios de nivel del
agua y hacer que las dificultades sean superiores a las que te podrías encontrar
en un principio. Para ser piragüista de Aguas Bravas, está claro que sí tienes
que ser un aventurero. Cada año se ahogan piragüistas de Aguas Bravas, es un
deporte que a cierto nivel tiene mucho riesgo.
Si tú no conoces un río de Aguas Bravas, lo tienes que leer por
fuera y ver por donde tienes que pasar. Estos descensos siempre se hacen en
grupo, en patrullas y los dos que más saben uno va delante y otro detrás, y si
la cosa se pone fea, se portea el río, se baja con la piragua en los hombros y
se pasa esa dificultad por fuera. Hay zonas del río que son estrechas y
acantiladas, con gargantas, y ahí se la pueden jugar, pero se supone que cuando
vas a bajar esto ya debes tener una buena experiencia a estos niveles.
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Hoy en día se ha puesto de moda
practicar descensos en Aguas Bravas en busca de nuevas emociones, ¿Qué les
recomendarías a estas personas que se lanzan a la aventura sin formación
previa?
Las Aguas Bravas son algo serio, no es lo mismo que una travesía
de mar o las aguas tranquilas. Cualquier deporte que tenga un mínimo de riesgo,
antes de practicarlo hay que hacer un curso y formarse bien y practicarlo con
gente que tenga experiencia. Apuntarse a un club es muy práctico, donde
encuentras a gente con años de experiencia con las que aprender de forma
segura.
El piragüismo de travesía es mayormente una actividad
recreativa, deportiva y no competitiva que combina la actividad física y el
turismo.
El tipo de piraguas que se usan están preparadas para la
marejada. Tienen una forma parecida a las piraguas esquimales, de los inuit,
que tienen la proa y la popa alzada y la cubierta también, es decir, cuando
rompe la ola en la piragua, no debería salpicar al piragüista, para eso tienen
esa forma. Además el piragüista va con una especie de faldón que nosotros le
llamamos cubre bañera, que hace que el agua no pueda entrar dentro de la
piragua. El chaleco salvavidas es obligatorio y también debe llevar una bomba
de achique manual o insertada en la piragua, una esponja, un achicador tipo
palita o jarrillo para poder vaciar la piragua uno mismo si se tiene un vuelco
para poderte volver a montar.
Hay zonas en las que no se puede acceder con una barca de motor
porque son muy anchas…y con la piragua sí, como por ejemplo en cuevas. Hay
cuevas que solo las puedes visitar en piragua porque son muy estrechas. En
piragua llegas a sitios donde no se puede acceder de ninguna otra manera,
parajes extraordinarios. En la costa de Portugal, en el cabo de San Vicente hay
una serie de cuevas donde entras por una y sales por otra, otras que tienen una
bóveda arriba por donde entra el sol. Es un espectáculo muy recomendable.
Además, un bañista no se puede quedar a dormir en una playa, nosotros buscamos
playas recónditas que no tienen acceso desde tierra y podemos plantar allí
nuestra tienda de campaña. Con nuestra comida, bebida y material de acampada,
podemos ser autónomos durante semanas, pescando, marisqueando, viendo
acantilados, eso es lo bonito.
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Ahora estáis acercando este
deporte a personas discapacitadas, ¿qué medidas se toman? ¿qué les aporta el piragüismo
a estas personas?
Dependiendo de la discapacidad que tengan necesitan un monitor
casi para ellos solos, entonces es un poco diferente. A este tipo de personas,
hacer deporte les sube la autoestima. Poderse
manejar en un medio en igualdad de condiciones les da mucha felicidad. Por
ejemplo, una persona que no pueda mover las piernas, aquí eso no lo nota,
porque aunque sirvan para empujar, en la práctica del piragüismo no son tan
importantes como en otros deportes. En el club tenemos un discapacitado al que
le faltan parte de las dos piernas y compite en igualdad de condiciones que cualquier
otro, es decir, no tiene ningún hándicap. La felicidad que esto aporta es
increíble, el olvidarse por un momento de su discapacidad…eso es muy bonito.
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¿Hasta cuándo te ves subido en un
Kayak?
Hasta que no dejes de moverte, puedes practicar este deporte. Igual
que puedes andar, puedes hacer piragua, no se necesita ser físicamente una
persona fuera de lo normal. En el club tenemos un señor con casi 80 años y practica
casi cada día. Hasta que el cuerpo aguante.
Artículo elaborado por: Adrián Guareño
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