“Cada vez
que realizamos un simulacro nos salen muchos errores”
Aeropuerto de Loiu diez de la mañana. Un Airbus 320 se ha
salido de la pista en su aterrizaje, no ha conseguido frenar a tiempo y
descarrila. El impacto ha provocado un incendio en uno de los motores que
enseguida ha alcanzado el interior de la cabina. El balance es de cuatro
muertos, cinco heridos graves y tres personas desaparecidas. En esta ocasión,
por suerte, solo nos encontramos ante un simulacro, aunque la realidad muchas
veces supera cualquier hipótesis. Algo de lo que es muy consciente Alfredo Goitia,
Responsable de Coordinación del Departamento de Riesgos Laborales en el
Aeropuerto de Loiu.
- Como Responsable de Coordinación de
Riesgos Laborales, ¿cómo se vive un simulacro?
- Ya son bastantes años organizando simulacros, tenemos por
calendario la obligación de hacerlos y son muchos detalles, cosas y personas
que coordinar.
Nosotros empezamos a preparar este tipo de actuaciones tres
meses antes con una reunión general de todos los medios y posteriormente, nos reunimos hasta cuatro veces antes del simulacro.
Como ves un simulacro no es cosa de un día, conlleva mucha preparación.
- Comentas que por calendario se marca
la necesidad de hacer simulacros, pero ¿son una obligación o realmente son
importantes?
- Bueno, las dos cosas. Tenemos la obligación de realizarlos
por la normativa de la Organización Internacional de Aviación Civil y, también,
por la normativa de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea. Así, como puedes
imaginar son muchas las actuaciones que hay que hacer. Por lo general, tenemos
dos tipos de simulacros: los de carácter aeronáutico, es decir de accidentes
aéreos y los que pueden ser comunes a cualquier otra empresa. ¿Me preguntas si
son necesarios? Cada vez que realizamos un simulacro nos salen muchos errores y
pequeños fallos que hay que corregir. Siempre descubrimos algo nuevo. Así que
sí, son necesarios.
- Sin embargo, esto suele ser uno de los factores positivos de los simulacros: la corrección de errores. ¿No es así?
- Sí, yo pienso que es bueno. Un simulacro esta bien hecho
cuando no se rompe nada y no se lesiona nadie, aunque ponga en evidencia muchas
carencias. Cuando se detectan carencias es porque están ahí y no se habían
visto hasta ahora. Por lo tanto, es importante evidenciarlo, porque a veces
creemos que sabemos más de lo que creemos y en un simulacro salen a la luz las
cosas que se desconocen y que hay que mejorar.
- En algunas empresas suele ocurrir
que los trabajadores no toman muy en serio los simulacros, ¿crees que se
debería mejorar esa concienciación?
- A nosotros también nos pasa, el día a día nos puede a todos.
Preparar un simulacro tiene su complejidad, porque se trata de preparar una
emergencia que no ha pasado y, a veces, no se le dedica el tiempo necesario. Yo
estoy convencido de que tenemos que tomarlo más en serio puesto que es la única
forma de intentar estar lo más preparados posible para un acontecimiento de
estas características.
- Estadísticamente hablando, ¿tiene un
aeropuerto más accidentes que otro tipo de empresas?
- No lo creo. Tenemos riesgos que igual no existen en otros
sitios, en concreto, todo lo relacionado con los aviones. Lo que sí nos puede
diferenciar es que desde hace muchos años, incluso desde antes de que yo
entrara en este aeropuerto hace ya veinticinco años, siempre se han hecho
simulacros, cosa que en muchas otras empresas no.
- ¿Cuál es el aspecto que más te
preocupa?
- Lo más importante sin duda es la formación de las personas,
para que sepan muy bien que pueden aplicar en cada momento. Está demostrado que
a pesar de hacer formación todos los años, siempre pensamos que estamos mejor
preparados de lo que realmente estamos y así nos lo demuestra la práctica: en
los simulacros siempre hay alguien que se despista porque tal vez no tiene los
conceptos tan claros como pensaba.
- Hablando en general, ¿qué pautas nos
recomendarías?
- Cada caso es distinto. Nosotros tenemos unas medias de
emergencia específicas para cada aeropuerto. En general, yo recomendaría a todo
el mundo que se preocupe de conocer cuales son los sistemas de emergencia de su
empresa y que tenga claro qué es lo que se le ha asignado. Hay personas que no
tienen encomendados papeles específicos en el plan de emergencia y simplemente
deben conocer las rutas de evacuación. Las personas que sin embargo pertenecen
a los equipos de emergencia deben saber perfectamente cuál es su cometido.
- Eso es muy difícil de hacer, porque nadie sabemos cómo
reaccionamos ante una emergencia. Las emergencias casi siempre nos superan, es
algo que no podemos prever y evidentemente mantener la cabeza fría ayuda mucho,
pero es muy difícil.
- ¿Qué aspecto habéis trabajado en
este último simulacro?
- Hemos trabajado algo que no habíamos hecho antes y nos ha
dado bastantes lecciones. Trabajamos especialmente lo que son las salas de
emergencias. En un accidente aéreo dentro del aeropuerto se habilita dos salas:
una para atender y dar apoyo a las personas que han podido resultar ilesas, y
la otra, para los familiares. Esta ha sido la primera vez que hemos trabajado
el apoyo psicológico gracias a la ayuda de la Cruz Roja. El resultado, muchos
nuevos aspectos a debatir en la reunión de Crítica de Final.
- ¿Se podría decir que ha sido un
ejercicio satisfactorio?
- Todavía es pronto para una evaluación pero tenemos un
pequeño grupo de observación y crítica que ha realizado un primer informe sobre
el que el Comité de Autoprotección trabajará y, por supuesto, nos ha salido
cosas que hay que mejorar. Sin embargo, creo que la coordinación en el Área
Base ha sido muy satisfactoria. Habitualmente en una emergencia suele haber
bastante descoordinación, los medios no se conocen y cuesta trabajar
coordinadamente y creo que hemos conseguido que todos los equipos que entraron
en escena se hayan podido articular y sumar.
- ¿Cada nueva mejora es una conclusión
positiva?
- Llevo unos cuantos años con el Plan de Autoprotección del
Aeropuerto y cada vez que lo volvemos a abrir vemos nuevas cosas a mejorar. Lo
miras y piensas: “¿Cómo puede estar esto así?”. Hay que pensar que un Plan de
Autoprotección es una cosa que nosotros diseñamos sobre una hipotética
situación y la realidad puede superar cualquier supuesto. Además, a medida que
aumentamos nuestro conocimiento somos capaces de detectar más matices y, eso,
es bueno.
Artículo elaborado por: Zuriñe Álvarez
Artículo elaborado por: Zuriñe Álvarez
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