Una estación de esquí,
en cada temporada, puede llegar a soportar en sus pistas miles de esquiadores
y transportar mediante sus sistemas de
remonte por el aire a otro tanto.
El correcto funcionamiento de todas estas infraestructuras es clave en este deporte que se encuentra a merced de las inclemencias meteorológicas del entorno.
En plena temporada de esquí, Pascual Pérez, Director de Seguridad en Montaña de Aramón-Formigal nos habla de la importancia de la seguridad y prevención en una estación de esquí.
El correcto funcionamiento de todas estas infraestructuras es clave en este deporte que se encuentra a merced de las inclemencias meteorológicas del entorno.
En plena temporada de esquí, Pascual Pérez, Director de Seguridad en Montaña de Aramón-Formigal nos habla de la importancia de la seguridad y prevención en una estación de esquí.
-En
nuestro caso, como ya llevamos muchos años de rodaje y de trabajo,
prácticamente podríamos decir que tenemos unos sistemas muy establecidos, que
además siguen un arduo mantenimiento. Así que, un aspecto al que damos mucha
importancia, es la preparación y el reciclaje de las personas que trabajan.
Hacemos cursillos cada año, haciendo hincapié sobre todo en los nuevos
trabajadores, con los que hay que reforzar más la preparación mediante un
cursillo intensivo. Todo el personal tiene que estar preparado para cualquier
situación y tienen que tener conocimientos del manejo y funcionamiento de los
distintos tipos de desencadenamiento.
-Contrariamente
a lo que todo el mundo piensa, el trabajo es permanente durante todo el año. El
mantenimiento de los remontes es muy laboriosos y además es muy costoso. Hay
que tener en cuenta que son sistemas que transportan personas en el aire y, por
tanto, la seguridad prima por encima de todo. Además, hay una normativa que
emiten los Gobiernos Autonómicos, en nuestro caso el Gobierno de Aragón, en el
que nos describen los planes de mantenimiento a seguir, cuáles son los puntos a
chequear, que hay que hacer y etc. Por ejemplo, cada año hay que revisar el 20%
de las pistas. De forma que a los cinco años hayan pasado todas por una
inspección. Un remonte, además de los mantenimientos semanales, mensuales y
anuales que tenemos que hacer, cada quince años tiene que ser desmontado por
completo. En esta revisión, se someten los elementos a pruebas de ultrasonido
para ver cual es su comportamiento y si es necesario se aprovecha para hacer
una sustitución. Incluso se revisan una a una las soldaduras, para ver que todas tienen un comportado
correcto. Como ves, el mantenimiento es muy exhaustivo.
-¿Y cuál es protocolo
cuando se acerca el comienzo de la temporada?
-En el mes
de octubre empezamos a montar todo lo que son las protecciones de cañones, de
pilonas y de todo tipo de elementos de señalización que se habían recogido y
almacenado durante el verano. El objetivo suele ser que para el quince de
noviembre estemos ya con todas las instalaciones preparadas y listas. Aunque no
siempre es posible abrir el último fin de semana de noviembre, siempre estamos
preparados por si se dieran las circunstancias adecuadas.
Respecto a los sistemas de
innivación artificial, pasada la época de verano donde se hace el mantenimiento
preventivo, desde el uno de noviembre estamos ya dispuestos para comenzar la
producción de nieve. Por tanto, prácticamente un mes antes de abrir la
temporada estamos ya preparados para aprovechar cualquier ventana de frío que
surgiera.
-La verdad
es que las instalaciones requieren de tantos planes de mantenimiento que son
absolutamente seguras. Así pues, si el esquiador hace un buen uso de ellas -se
sube y se comporta con normalidad durante el trayecto- el índice de
accidentalidad en las instalaciones es de cero. Excepto en alguna pequeña caída
al subir o bajar de la instalación, se puede decir que no hay ningún tipo de
accidentes, aunque nunca bajamos la guardia. Además de esto, todos los
remontes, arrastres, pistas,... a parte de un plan de mantenimiento tienen un
plan de evacuación. Imagínate un supuesto caso de corte de energía eléctrica,
pues bien, los remontes disponen de un motor diesel que como alternativa nos permite
evacuar. Y por supuesto, tenemos equipos de rescate perfectamente preparados
para todos los posibles supuestos considerados.
-Entonces, ¿en qué
aspecto recae el riesgo?
-Probablemente
el mayor número de accidentes se producen en el esquí. Tenemos un índice de
accidentalidad entre el 2-2,5% por mil, dependiendo de las temporadas. Y aquí
depende si el usuario hace o no un esquí responsable. Quiero decir con esto que
sea capaz de usar las pistas adecuadas a su nivel, tanto técnico como físico,
mantenga el respeto por los demás en la pista y desde luego, que esquie a una
velocidad moderada.
-Si comparamos nuestras
pistas de esquí con las de Europa, ¿podemos decir que estamos al nivel?
-Respecto
a la estación de esquí propiamente dicha, podemos afirmar que sí. Tenemos unas
estaciones que son comparables a las que tenemos en Europa, con algunas salvedades: los grandes dominios
que hay en los Alpes. La montaña es la montaña, y todas son diferentes.
Nosotros tenemos una montaña mucha más pequeña y difícilmente podemos alcanzar
aquellos dominios que hay en los Alpes.
Pero si hablamos del funcionamiento, calidad y preparación, yo creo que en algunos aspectos incluso estamos por encima y, sobre todo, si nos comparamos con el entorno próximo del Pirineo Francés. Y así nos lo manifiestan los clientes que nos llegan del otro lado: consideran que nuestro servicio y nuestros sistemas de funcionamiento, la cantidad de nieve, la preparación de las pistas están incluso por encima del vecino país.
Pero si hablamos del funcionamiento, calidad y preparación, yo creo que en algunos aspectos incluso estamos por encima y, sobre todo, si nos comparamos con el entorno próximo del Pirineo Francés. Y así nos lo manifiestan los clientes que nos llegan del otro lado: consideran que nuestro servicio y nuestros sistemas de funcionamiento, la cantidad de nieve, la preparación de las pistas están incluso por encima del vecino país.
-Personalmente, como
director de montaña, ¿qué aspecto es el que más te preocupa?
-Me
preocupa la poca cultura de montaña existente entre los esquiadores, sobre
todo, en dos temas importantes: el
primero concerniente al tema de los accesos y la montaña. Creo que es un tema
muy serio. Todo el mundo debería conocer la nieve, saber colocar unas cadenas y
saber cómo deben de prepararse para cuando van a un entorno de montaña. Creo
que en este aspecto deberíamos mejorar. Una
vez en la montaña, también deberíamos ser capaces de elegir las pistas
adecuadas a nuestro nivel, tanto técnico
como físico y no querer ir más allá de lo que nos permiten nuestras
condiciones. Es importante disminuir el riesgo de los accidentes innecesarios.
El otro tema a destacar es el de ser capaces de detectar cuando estamos cansados y dejar de esquiar. La curva de accidentes crece de forma exponencial en los momentos en los que los usuarios llevan unas horas esquiando. Los números nos lo muestran, por ejemplo: entre las nueve y las once de la mañana hay muy pocos accidentes y, a partir de las doce y media hasta las dos, es el momento crítico de los accidentes. Estos datos van totalmente ligados a la curva del cansancio de la personas. Así que, como decía, saber hacer un esquí responsable es fundamental.
Artículo elaborado por: Zuriñe Álvarez
El otro tema a destacar es el de ser capaces de detectar cuando estamos cansados y dejar de esquiar. La curva de accidentes crece de forma exponencial en los momentos en los que los usuarios llevan unas horas esquiando. Los números nos lo muestran, por ejemplo: entre las nueve y las once de la mañana hay muy pocos accidentes y, a partir de las doce y media hasta las dos, es el momento crítico de los accidentes. Estos datos van totalmente ligados a la curva del cansancio de la personas. Así que, como decía, saber hacer un esquí responsable es fundamental.
Artículo elaborado por: Zuriñe Álvarez
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