Los primeros auxilios están pensados para que cualquier
persona los pueda llevar a cabo. Son medidas con las que una persona puede
salvar la vida de otra. Además suelen ser bastante sencillas, que no requieren
de ningún instrumento ni tampoco de una gran preparación. Lo que pasa es que
para poder ejecutarlas hay que conocerlas y somos muchos los que desconocemos
cómo actuar en estas situaciones.
Iñaki, Martínez Nimatuj Presidente de Osatzen,
Sociedad Vasca de Medicina Familiar y Comunitaria nos explica qué es lo que hay que
hacer en situaciones de este tipo.
- ¿Qué son o en qué
consisten los primeros auxilios?
- Los primeros auxilios
son esas medidas o actuaciones que
cualquier persona puede llevar a cabo para ayudar a otra persona que se
encuentra en una situación de emergencia o urgencia. En ese sentido, conviene
saber las diferencias entre un concepto y otro: las emergencias son aquellas
situaciones en las que una persona necesita ayuda inmediata, como puede ser que
se desvanezca en la calle de repente por una parada cardiorrespiratoria o un
ahogamiento.
Las urgencias por otro lado, son esas situaciones en las que la persona necesita ser atendida por ayuda sanitaria pero puede esperar, como puede ser por ejemplo una fractura. Los primeros auxilios principalmente están dirigidas a atender las emergencias, situaciones en las que la vida de una persona presumiblemente corre peligro y necesita de una intervención sanitaria lo más rápida posible.
Las urgencias por otro lado, son esas situaciones en las que la persona necesita ser atendida por ayuda sanitaria pero puede esperar, como puede ser por ejemplo una fractura. Los primeros auxilios principalmente están dirigidas a atender las emergencias, situaciones en las que la vida de una persona presumiblemente corre peligro y necesita de una intervención sanitaria lo más rápida posible.
- ¿Son difíciles los
conocimientos para ayudar en esas situaciones en los que se requiere de primeros
auxilios?
- Las maniobras de los
primero auxilios suelen ser cosas muy sencillas, pero la primera y la más
elemental es pedir ayuda. Uno se acostumbra a ver en las películas o en la
televisión que cuando pasa algo uno se pone a hacer masaje cardiaco y que con apretar
diez veces al paciente y ya está. Entonces cualquier persona que no sepa nada,
cuando se encuentre en una situación de estas es posible que se ponga a hacer
lo que ha visto tantas veces en la ficción, cuando lo realmente fundamental es
pedir ayuda lo antes posible. Yo creo que la gente no es
consciente de que el masaje cardiaco no va a servir absolutamente de nada, si
en un tiempo relativamente corto no dispone de un desfibrilador. La descarga
que proporciona esta máquina va a suponer en algunos casos salvar la vida al
paciente. Si uno no ha tenido la precaución de llamar primero y decir “hay una
persona en esta situación necesito ayuda”, no habrá mucho que hacer. Por lo
tanto, primero pedir ayuda, lo siguiente comenzar con las compresiones
torácicas, que eso puede mantener al paciente con vida a la espera de que venga
personal cualificado, el desfibrilador,… y en secuencia se consigue que esa
persona supere esa situación tan previa a la muerte. Y esto último también es
algo que tenemos que
tener todos
en la cabeza: en una situación tan grave las medidas que estás tomando son
extraordinarias. La verdad es que esa persona está muy cerca del
desfallecimiento.
- En ese caso se podría
decir que ¿este tipo de ayuda puede ser vital?
- Sin duda. Si por
ejemplo una persona ve como se desfallece otra persona y reconoce que no
respira y no tiene pulso, y si además tiene interiorizado que hay que llamar a
una ambulancia o pedir ayuda a personal sanitario, y mientras llega la ayuda es
capaz de hacer compresiones torácicas… Sin duda, esa persona está ayudando a
salvar una vida. Pero toda la cadena de actuación es fundamental en casos como
estos.
En los cursos se suele
enseñar esas cosas y también se suele transmitir la idea de que esa ayuda es
extraordinaria. Es decir, que uno reconozca que lo que está haciendo no va a
salvar 100% la vida de una persona. Escuchar estas palabras es algo que ayuda
mucho cuando uno vive situaciones como estas.
- Yo creo que en
general la gente sabe alguna cosa, pero no creo que haga cursos específicamente
preocupados por esta situación. También es verdad que vivimos en una sociedad en la que gozamos
del mejor bienestar sanitario que se puede reconocer a lo largo de la historia.
Es decir, habrá cosas que se puedan mejorar, por supuesto, pero sin duda es un
momento en la historia de la humanidad en la que se vive en este sentido con
mucha tecnología, mucha atención sanitaria. Una persona sufre un infarto en la
ciudad y el tiempo de respuesta es muy rápido en general. Por lo que
probablemente la gente no tenga esa necesidad de conocer estas técnicas. Es la
necesidad lo que nos mueve, y aquí en concreto el tiempo de respuesta es tan
rápido que la gente no ve como prioritario tener conocimiento de esto.
- ¿Cuáles son las casos
más habituales que requieran de primeros auxilios?
- Probablemente la
mayoría de la gente que vive en occidente, presenciará muy pocas veces una
situación de máxima emergencia. De todos modos, las más habituales suelen ser
los accidentes de tráfico. Por ello, en los cursos de primeros auxilios hay una
cosas que siempre se enseña en relación a los accidentes y es lo siguiente:
priorizar tu seguridad a la hora de atender a otra persona. Cuando tú
presencias un accidente en la autopista, tu primer impulso es ayudar: te paras,
sales del coche y para evitar accidentes tendrás que asegurar la zona, ponerte
el chaleco y tendrás que ver que el acceso a la zona del accidente sea seguro
para ti. Porque si no, pones en riesgo tu vida y esto suele pasar más a menudo
de lo que podemos pensar. Son muchos los que pierden la vida en los accidentes
de tráfico por intentar ayudar al otro.
- Ahora que vienen
fechas de grandes comilonas, ¿son muchos los accidentes por atragantamiento?
- Yo tengo la sensación
de que esto es algo heredado de la literatura o la ficción audiovisual, no
tengo los datos pero no creo que sea más o menos frecuente. De todos modos, la
maniobra de primeros auxilios de una persona que se atraganta es sencilla, pero
hay que conocerla y hay que poder hacerla porque si la persona que se atraganta
está consciente la maniobra hay que realizarla de pie y para ello hay que tener
fuerza para sostener al atragantado. Así pues, hay que conocer el procedimiento
y hay que poder realizarlo.
- Entonces, ¿qué
podemos hacer si nos vemos en una situación como esta?
- Lo primero, siempre:
pedir ayuda. Luego, una persona que se atraganta va a empezar a toser mucho y
comenzará a hacer gestos. La primera maniobra y la más sencilla es decirle al
paciente que continúe tosiendo. Si esto no es suficiente, hay que decirle que
se incline hacia adelante y hay que darle
golpes por detrás. Si la situación se está agravando y el paciente se
está poniendo azul, entonces te puedes animar a realizar la maniobra de
Heimlich, que consiste en colocarse detrás, poner el puño en la boca del
estómago y hacer comprensiones hacia atrás. Hacer esta maniobra tiene sus
complicaciones porque la persona que está sufriendo el atragantamiento no va a
colaborar. Y si además esa persona es más grande que tú, supone una mayor
dificultad.
- ¿Cómo se aborda la seguridad y la
prevención de riesgos o accidentes en el ámbito de los primeros auxilios?
- El pedir ayuda,
asegurar el perímetro siempre y etc son medidas muy básicas pero que hay que
tenerlas mecanizadas y eso no se consigue en un solo cursillo. Piensa que
incluso los médicos hacemos todos los años reciclaje de este tipo de
conocimiento para saber reaccionar en una situación realmente de emergencia.
Porque si no lo tienes mecanizado, es posible que se te olvide algún paso o te
bloquees. Aunque es una cosa muy básica, hay que conocerla y tenerla
interiorizada.
Artículo elaborado por: Zuriñe Álvarez
Artículo elaborado por: Zuriñe Álvarez
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