Entrevista a Isabel García Sanz, Presidenta de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS)
Las vidas
que cada año se lleva el agua no tienen una repercusión mediática tan grande
como los accidentes de tráfico, las guerras o las enfermedades. Sin embargo,
mientras el ébola afectó a casi 10.000 personas en todo el mundo, por
ahogamiento mueren cada año 400.000 personas, sin contar los fallecidos en
grandes catástrofes o migraciones.
La
Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo ha publicado el Informe Nacional
de Ahogamientos, con el que intenta poner sobre la mesa el gran índice de
víctimas que se producen anualmente en este medio.
- ¿Tiene España, en comparación con
otros países, un gran índice de mortalidad en ahogamientos?
- Estamos intentando
recabar información precisamente para poder hacer este tipo de estadísticas. Lo
que pasa es que es difícil hacer esa comparativa porque no todos los países
tienen una misma costa, ni misma climatología. Lo que sí se podría extrapolar
es que España no está a la cabeza en los recursos que se destinan a este fin.
- ¿Es la medición de datos tan necesaria?
- La medición de datos
es fundamental para que tanto la sociedad como la administración pública tome
conciencia de que el número de ahogados no son un hecho aislado y puntual, sino
que hay un problema grave que se repite años tras año en nuestro país. La decisión de la Federación Española de recabar
toda esta información va en la línea de intentar hacer consciente a la
administración de la dramática situación en la que nos encontramos. Ahora
mismo, por desgracia, las diferentes conversaciones que hemos tenido con las
administraciones, interpretan las muertes como inevitables y, por lo tanto, la
traducción que hacen es de no tener que hacer nada al respecto. Lo que nos ha
generado una alarma importante teniendo en cuenta las importantes carencias de
seguridad acuática que existen en nuestro país.
- Normalmente en las playas o piscinas
se suele ver la figura del socorrista, señalización, material de salvamento…
¿Es realmente insuficiente lo que hay en la actualidad?
- Son escasas muchas
facetas de las que hay ahora: es escasa la señalización además de incompleta y
poco homogeneizada. Debería haber una misma señalización, al igual que las
señales de tráfico. En otros países ya existe y aquí, sin embargo, cada
comunidad autonómica o incluso cada municipio tiene su propia señalización.
Además, aunque haya socorristas puede que sean insuficientes o que las horas de
vigilancia sean insuficientes. Hay un dato que nos llama mucho la atención y es
que muchos accidentes se producen en zonas no vigiladas. O a lo mejor sí que
existe ese servicio pero no durante las horas en las que se ha producido el
accidente. Hay 319 fallecidos el año pasado, una cifra bastante importante.
Muchos de los casos son imprudencias, pero para que alguien considere que una
zona es peligrosa a lo mejor alguien tiene que señalizar e indicar que supone
un peligro.
- ¿Ese es el dato que más te ha
llamado la atención del informe?
- Sí y, además de esto,
destacaría el tema de los niños. Los niños siempre tienen que estar bajo la
supervisión de un adulto y nunca deberían aparecer en estas estadísticas. Pero
lamentablemente durante el pasado año, tenemos muchos menores que han fallecido
y en muchos casos en situaciones en las que no se debían haber dado, si hubieran estado bajo la vigilancia de un
adulto.
- Hace poco leía el siguiente
titular: “33 personas perdieron la vida ahogadas en España durante el primer
mes del 2016, un 154% más que en enero de 2015”. Parece ser que
a pesar del continuo esfuerzo, las cifras no disminuyen. ¿Por qué se siguen
registrando datos como este?
- No sé a qué te
refieres con “a pesar del continuo
esfuerzo”, porque no se está haciendo ningún tipo de esfuerzo al menos a nivel
estatal. Lógicamente si esto se ve como si no fuera un problema, las
administraciones entienden que no hay ningún esfuerzo por evitarlo. Y este es
el principal caballo de batalla que tenemos desde la federación: intentar
concienciar, sobre todo a aquellos que tienen la capacidad de ejecutar y tomar
decisiones, de que hay un problema.
- En estas alarmantes cifras, no
están incluidos aquellos que mueren al emigrar… ¿Subiría mucho la cifra si
incluyéramos estas muertes?
- Sí claro. Los
fallecidos por emigración se cuentan por miles, aunque muchos de los ahogados
son en aguas internacionales. Solo en la zona del mediterráneo las cifras que
se barajan hablan de 3500 personas ahogadas.
- ¿Se podrían salvar vidas en este
ámbito mediante la prevención y/o la educación?
- Tanto la educación
como la prevención pueden disminuir el número de ahogamientos. Nosotros siempre
hacemos especial hincapié en la concienciación tanto de niños como de adultos,
de la existencia de riesgos en el medio acuático y de cómo prevenirlos. Como por
ejemplo, a través de las campañas educativas o a través de la incorporación de
la modalidad deportiva de salvamento y socorrismo, como deporte que salva vidas. Si conseguimos
inculcar los valores humanitarios correspondientes y dotamos a nuestras niñas y
niños de las herramientas necesarias para que puedan disfrutar del medio
acuático de forma segura, estaremos invirtiendo en prevención ahora, para
garantizar su seguridad y la de otros mañana.
- Qué es más peligrosa: ¿el agua o la
imprudencia?
- La imprudencia es uno
de los mayores peligros ya que muchos accidentes se producen o bien por
desconocimiento o porque no son capaces de identificar un peligro o no existen
esas señales que puedan identificar como tal. Alguna vez también por
desobediencia o el simple hecho de no conocer las limitaciones de cada uno, nos
puede poner en situaciones peligrosas. El agua es muy peligrosa, por lo que hay
que respetar siempre primero a los consejos de los profesionales y segundo, tener respeto al
sitio en donde te vas a meter.
- Últimamente vemos en los medios muchos casos de
ahogamientos de personas que se acercan al mar cuando hay alerta de temporal o
grandes olas.
- En esos casos volvemos a estar ante comportamientos
imprudentes. Creo que hay situaciones que son de sentido común. El mar no va a
respetar a la persona que está ahí. Seguimos sin hacer caso a las
advertencias y lógicamente cuando te
pones en una situación de peligro te puedes llevar como poco un susto y en el
peor de los casos puedes llegar a perder la vida.
- ¿Qué hay que hacer si te encuentras en una situación de
riesgo en el mar, lago o piscina?
- En primer lugar avisar a los servicios de emergencia y
pedir ayuda. Y en la medida de lo posible si podemos lanzar alguna medida de
salvamento o algo en donde la persona pueda sostenerse o agarrar mientras
llegan los equipos de emergencia. Y nunca entrar en el agua si con ello pones
en riesgo la propia vida. Hay situaciones muy complicadas en las que la propia
iniciativa de querer ayudar hace que al final en vez de un ahogado haya dos.
El informe llega tarde desde hace tiempo gente de asociaciones sin ánimo de lucro, no como la RFESS, han sacado informes más completos y detallados.
ResponderEliminarComo siempre la Federación llega tarde.