Entrevista a Andrés López de Torre, Gerente de Prevención de Riesgos Laborales de AERNNOVA
Pocas veces nos paramos a pensar cómo son los procesos de
producción y construcción de los aviones: maquinarias compuestas por piezas de
grandes dimensiones y de precisión milimétrica. Andrés López de Torre, Gerente de Prevención de Riesgos
Laborales de la empresa Aernnova, empresa dedicada al diseño y
fabricación de alas, estabilizadores, fuselajes y aeroestructuras en general,
nos detalla cómo es la producción de este tipo de elementos.
- ¿Cuál es la pieza más
grande con la que se trabaja en vuestra empresa?
- El producto
de mayor tamaño que se fabrica en nuestras plantas son los componentes para el
fuselaje trasero del Beluga, avión de carga de nuestro cliente Airbus. Para su
envío a Toulouse, donde se realiza el montaje, se requiere de un transporte especial
con acompañamiento de la Ertzaina y Gendarmería. Este transporte emplea una
semana en hacer el recorrido desde Berantevilla (Álava) hasta Toulouse ya que
requiere cortes de carretera y se realiza solo por la noche.
- Las alas de
un avión son productos de gran tamaño pero de relativo poco peso. En
aeronáutica la reducción de peso de los componentes es una prioridad, por ello
se fabrican utilizando metales ligeros tales como los composites, el aluminio y
el titanio. Por esta razón, en contra de lo que se pudiera pensar son productos
ligeros. Por ejemplo las alas del Embraer 145 tienen una envergadura superior a
los 10 metros pero con un peso inferior
a los 700 kilogramos.
- ¿Cómo se trabaja para crear
exactitud en la producción?
- Nuestras
fábricas están totalmente digitalizadas, trabajamos con trazabilidad unitaria y
cualquier mínima desviación sobre lo reflejado en plano que pudiera producirse
en el proceso productivo obliga a la apertura de una no conformidad que debe
ser analizada, recalculada y validada por nuestros ingenieros.
- La
fabricación de los componentes de un avión requiere de muchísima precisión. Para
ello se emplean útiles especiales que se calibran periódicamente utilizando
tecnología láser. Todas las piezas son sometidas a estrictos controles de
calidad e inspecciones periódicas. Para evitar que los cambios de temperatura
tengan influencia en la producción nuestras plantas están climatizadas operando
entre 18 y 21 º.
- Las máquinas serán
imprescindibles en el proceso de producción, pero ¿qué papel juega hoy en día
las personas en la cadena de producción?
- En nuestro
sector las personas experimentadas, son un activo fundamental en las líneas de
producción. Además, al tratarse de series muy cortas en la producción, la
automatización es muy difícil por lo que los procesos productivos son manuales
y requieren alta especialización.
- ¿Cuál es la parte de
producción más delicada y por qué?
- Por razones
de seguridad se utiliza prácticamente solo el remachado como técnica de
ensamblado. Las operaciones de taladrado y remachado, especialmente las
ejecutadas en zonas de responsabilidad estructural requieren de gran habilidad.
- Como todo
trabajo manual existe un riesgo asociado a las lesiones músculo esqueléticas de
extremidad superior en nuestro caso asociado a la utilización de herramientas
de mano con un factor añadido de vibración.
- ¿Cómo se trabaja la
seguridad y la prevención de riesgos en estos casos?
- Aernnova
entiende que la seguridad y prevención de los riesgos es una prioridad. Para
ello cuenta con un servicio de prevención propio mancomunado con técnicos de
prevención en las plantas productivas y establece anualmente ambiciosos
objetivos en el área de salud laboral, el objetivo último son los “cero
accidentes”.
- ¿Qué aspecto del ámbito de
la Seguridad y Prevención de Riesgos tiene mayor importancia en vuestra
empresa?
- El aspecto
músculo esquelético es prioritario y se aborda con un enfoque multidisciplinar
donde participan técnicos de prevención, ingeniería de producción, médicos de
vigilancia de la salud y médicos asistenciales con apoyo de fisioterapia. Como
primera aproximación a este problema y con la participación de ingeniería de
proceso se definen los límites de exposición para las tareas más problemáticas
y para los empleados afectados por esta tipología se realizan tratamientos de
recuperación funcional de última generación, basados en evidencia científica y
derivados fundamentalmente del mundo deportivo, pero que son de aplicación
también en el mundo laboral. El resultado de este esfuerzo ha permitido reducir
en 2 años un 70% las horas perdidas por
esta contingencia. Aernnova sigue
trabajando en la prevención de las LMEs, prueba de ello es un proyecto de I+D+i
sobre las lesiones músculo esqueléticas en el ámbito laboral, que ha recibido
el apoyo de Osalan.
Artículo elaborado por: Zuriñe Álvarez
Artículo elaborado por: Zuriñe Álvarez
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