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La meteorología al servicio de la sociedad

A lo largo de 2010 se produjeron 950 desastres naturales, que causaron 295.000 muertos y daños económicos por valor de casi 98.000 millones de euros. Cifras que dan vértigo y que no siempre somos capaces de asimilar. Estamos hablando de un número de fallecidos que equivale a la población entera de Vigo o Gijón, mayor que la de A Coruña, Vitoria-Gasteiz o Granada, y pérdidas económicas equivalentes a más de 2.000 € por español. Y todo esto en un solo año.

Por otro lado, durante la redacción de este artículo, hemos sido testigos de como el noreste de Japón ha sido abatido por una catástrofe de magnitudes inimaginables.

Todo esto nos hace reflexionar sobre la importancia que puede tener la previsión de estos fenómenos a la hora de minimizar las consecuencias tanto a nivel económico como humano.

Los servicios de información meteorológica, son los que se encargan de prever algunas de estas situaciones y alertar a la población de sus peligros y posible intensidad.

Pero, ¿Cómo se logra esto?



Para responder a esta pregunta y muchas más hemos pedido ayuda a Pedro Mª Martínez, geólogo de profesión y meteorólogo “de vocación” y formación. Curiosamente, en España no existen estudios universitarios de meteorología. “Si que hay estudios especializados en ella, pero ninguna carrera universitaria específica”. Para ello, hay que acudir a otros países, como Estados Unidos. Normalmente se accede a través de carreras como física o en su caso, geología. Pedro combina su labor profesional en una empresa privada con colaboraciones en diversos medios de comunicación. Es el responsable de la sección del tiempo de los viernes del periódico El Correo, grupo con el que también participa con los boletines del tiempo de las 8 y 9 menos diez de la mañana en la emisora Punto Radio. Así mismo, trabajó durante cinco años en Radio Popular y durante dos años fue el responsable de la información meteorológica en el programa “protagonistas” de la periodista Almudena Cacho en la emisora del grupo El Correo.

Pedro nos explicó que hoy en día se realiza un trabajo conjunto entre los profesionales de la meteorología y los servicios de protección civil, para coordinar las acciones a realizar ante este tipo de problemas y las acciones encaminadas a la prevención de sus posibles consecuencias. Para ello, se diseñan una serie de situaciones de alerta (por colores), estipuladas previamente y que son básicamente las siguientes:


*Alerta amarilla: no existe riesgo para la población en general, pero si para alguna actividad concreta. Son fenómenos habituales pero pueden ser peligrosos. Ej.: Actividades en el mar un día de viento, fuerte oleaje, etc.
*Alerta naranja: Existe un riesgo meteorológico importante, no son muy habituales, pero representan cierto riesgo o peligro.
*Alerta roja: Existe un riesgo meteorológico extremo. Ej.: Ciclogénesis explosiva.

Una vez que los meteorólogos dan el aviso, (la alerta), el gobierno, mediante sus servicios de protección civil pondrán en marcha los protocolos de actuación y prevención correspondientes.


¿Pero, cómo se efectúa realmente un pronóstico meteorológico?.
En pocos años, la metereología ha evolucionado mucho, gracias a internet. “Hoy en día podría hacerte una previsión del tiempo en cualquier parte del mundo sin salir de esta habitación”, aseguró, “y con un margen de error realmente pequeño”. Y es que lejos quedan los tiempos en los que los datos recogidos por los institutos nacionales de meteorología eran guardados escrupulosamente en secreto y muy pocos podían acceder a ellos. Actualmente cualquiera puede acceder a todo tipo de datos y mediciones en cada rincón del mundo a través de Internet. “Nuestra labor consiste en saber interpretar todos ellos para sacar las conclusiones y elaborar los pronósticos”.


Pronosticar el tiempo requiere del conocimiento exhaustivo de la atmósfera, de su dinámica y de la interpretación de modelos y mapas sinópticos que muestran el estado atmosférico a nivel global. Todo ello aderezado con la experiencia particular de cada meteorólogo. Los datos, como la temperatura, humedad relativa del aire, presión atmosférica, dirección y velocidad del viento, entre otros, se recogen de forma automática, sin intervención humana y la información se transmite vía radio o internet a unos potentes ordenadores donde elaborarán los correspondientes mapas del tiempo”, nos explica.
Por otro lado, existen los llamados observadores de meteorología, que pertenecen a una red de observadores aficionados, que recogen toda la información de forma manual de diferentes parámetros meteorológicos como temperatura, humedad relativa, precipitación, presión atmosférica, estado del cielo, etc, en lugares estratégicos escogidos en función de determinados factores.


El pronóstico, siempre tiene un grado de incertidumbre
Aún así, no se trata de una ciencia exacta y muchas veces nos preguntamos porqué ante una misma situación existen pronósticos tan diferentes entre sí. Pedro nos ayuda a entenderlo: “Partiendo que la meteorología no es un ciencia exacta (aunque se ha avanzado mucho), el acierto al 100% no existe. Y cuanto más alejemos en el tiempo el día de predicción, aumenta el margen de error. Son pronósticos del tiempo y no informes del tiempo”.



Los motivos pueden ser diferentes. La “interpretación” de los modelos meteorológicos la hace un meteorólogo, y dependiendo de su experiencia, conocimiento del medio físico, etc, resulta un pronóstico u otro. Hay situaciones en las que es más o menos difícil la interpretación, por la orografía, altitud, cercanía o no al mar, dirección del viento, etc,…

Para realizar un pronóstico se tiene en cuenta multitud de variables y un cambio en una sola de ellas (por ejemplo en la dirección o intensidad del viento), puede dar al traste un pronóstico.
Entonces, ¿Qué fiabilidad tiene un pronóstico del tiempo como los que se emiten por las televisiones o las radios?. Según nuestro experto, ”A uno o dos días ronda el 80-90% de acierto, a más de tres días la fiabilidad baja de forma notable".

Para terminar, con la ayuda de nuestro colaborador hemos confeccionado un pequeño "diccionario de términos meteorológicos” que estamos acostumbrados a escuchar en los pronósticos del tiempo y que si conocemos, nos ayudarán a entenderlo todo un poco mejor y quién sabe si a poder actuar de manera más eficaz si nos encontramos algún día en una situación de este tipo.

Artículo elaborado por: Cristina Ruiz.

2 comentarios :

  1. Hola crsitina!
    Felicidades por este proyecto, lo sigo cercanamente y lo encuentro muy interesante.
    Me gustaría colaborar con algunas entradas. Sería esto posible?
    Te dejo mi correo
    arq.raguayo@yahoo.com.mx

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  2. Ante todo, muchas gracias por tu comentario y tu ofrecimiento. Por supuesto, en El Faro de la Seguridad estamos abiertos a todo tipo de colaboraciones, siempre que estén relacionadas con el mundo de la seguridad. Esperamos con interés las aportaciones que puedas realizar.

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